su historia

ESTE MUSEO ES LA PRIMERA INSTITUCIÓN MUSEÍSTICA DE ESTAS CARACTERÍSTICAS CREADA EN LA REGIÓN DE MURCIA.

El Museo Etnológico de la Huerta de Murcia, de gestión municipal, se encuentra ubicado en Alcantarilla y abrió sus puertas en 1967, como muestra de las tradiciones y el folklore de la huerta murciana. Configurado en parte como un museo al aire libre, alberga una gran cantidad de objetos de carácter etnográfico, que ayudan a entender la historia de la huerta de Murcia. Pero el reflejo de la cultura tradicional huertana se remonta incluso hasta finales del XIX. El éxito de las Fiestas de Primavera en Murcia sirvieron sin duda de estímulo, pues en ellas se comienzan a plasmar las tradiciones y manifestaciones culturales. Esta difusión, parece ser continuada por personalidades como Díaz Cassou y Mariano Benlliure durante la exposición del Traje Regional en Madrid (1925). Entre los años 30 y 40 la personalidad de la huerta murciana alcanza repercusión internacional, siendo en 1934 cuando en Murcia se comienzan a tomar iniciativas para una exposición definitiva. En 1963, con la 1ª Semana de Estudios Murcianos en la Academia Alfonso X el Sabio se forja la realidad. Tal fue esa repercusión que surgió la necesidad de un emplazamiento para poder materializarlo. Para ello, se barajaron varias posibilidades, como el Malecón o la Fuensanta, pero fue Alcantarilla la idónea para representar a la “Huerta de Murcia”, no siendo casual esta elección. Su ubicación en pleno corazón de la huerta, caracterizada por su zona de regadío, encrucijada de caminos entre las acequias Mayor o Barreras y Turbedal, abundantes cítricos y frutales, elementos patrimoniales de gran importancia como noria y acueducto, y punto de paso estratégico en los años 50 del siglo XX en la carretera de Andalucía, fueron motivo de su acertada elección. En apenas 5.000 m2 se recogía todo lo que se pretendía transmitir y poner en valor. ¿Quiénes fueron sus creadores? D. Diego Riquelme, alcalde del Ayuntamiento de Alcantarilla, anuncia su propósito de creación del museo en 1963. Tras años de gestiones, el sueño se hace realidad y consigue abrir sus puertas en 1967. Para la inauguración al año siguiente vino incluso el entonces Ministro de Educación y Ciencia D. Manuel Lora Tamayo. El arqueólogo y director del Museo Provincial en Murcia en aquellos años, D. Manuel Jorge Aragoneses, arqueólogo y director del Museo Provincial de Murcia aportó su conocimiento e influencia para que el museo se pudiera materializar. Historia del inmueble El inmueble fue proyectado por Demetrio Ortuño en una planta única, con varios ventanales y tragaluces cenitales que contribuían a una iluminación natural. El exterior al aire libre fue diseñado para reflejar el hábitat huertano. En 1996 existe un proyecto de ampliación del edificio, por Javier Mancilla, consistente en otro cuerpo aportando una planta superior, semisótano y pasillo que se uniría con el original. En 2019 el Ayuntamiento de Alcantarilla propone una renovación museográfica, museológica y arquitectónica del Museo de la Huerta y de su recinto adyacente, llevada a cabo durante 2021 finalizando en junio de 2022. Un museo singular Por la singularidad de su temática y calidad de sus colecciones, el museo se caracterizaba por ser un centro cultural de primer orden. Pero carecía de una calidad en su oferta educativa e interpretativa. Por ello, se planteó la necesidad de conseguir nuevos medios para volver a convertirlo en un referente, destacando el patrimonio cultural existente. Mediante el empleo de nuevos recursos museográficos utilizados se ha conseguido cobrar el estímulo, interés e implicación, que necesitaba, favoreciendo así a la comprensión de las ideas culturales expuestas en el recorrido interpretativo. Por otro lado, el modelo museográfico debía caracterizarse por su nivel interactivo donde se pretende enseñar de una forma lúdica, pero al mismo tiempo con esa rigurosidad y formación adecuada. Todo ello, garantiza y aporta una nueva seguridad con respecto a las colecciones, así como a su conservación, pretendiendo conseguir que el museo se convierta en un elemento dinamizador del patrimonio, alcanzando a llegar a todo tipo de público.